De origen sudafricano, la raza Bonsmara ingresó en la Argentina por primera vez en el año 1996. Con un rodeo puro registrado estimado en 2.500 ejemplares, se posiciona en nuestro país como una opción para el productor ganadero del norte a la hora de aumentar la producción.
Alfredo Esteves, director técnico de la Asociación de Criadores de Bonsmara, y director de Cabaña El Mangrullo, la cabaña más importante de Bonsmara en el país, explicó que en la Argentina la raza experimenta un crecimiento.
“Todavía no hay gran cantidad de toros en el mercado, pero se ha comercializado semen y embriones”, sostuvo.
A la hora de enumerar las ventajas de la raza, Esteves señaló que está adaptada para el calor y los pastos de menor calidad, ideal para las condiciones de producción ganadera en el norte de la Argentina:
“Sus tres principales características son su adaptación, su calidad de carne, igual a un británico, y la mansedumbre”.
Desde su radicación en nuestro país, se han importado de Sudáfrica más de 3.000 embriones, y se ha producido una cifra cercana a las 180.000 pajuelas de semen.
El productor que busque aumentar la producción puede incorporar Bonsmara en su rodeo.
Esteves explicó que cruzar esta raza con rodeos del norte, como el caso de vacas generales cruzadas con Brangus o Braford, o puras índicas como Brahman, “permite obtener un vigor híbrido adicional, un producto uniforme con muy buena calidad de carne”.
Con respecto a la calidad y sabor de la carne, Esteves agregó que la carne fue sometida a pruebas en Sudáfrica y EE.UU.
“La terneza es igual a un Hereford o Angus”, concluyó.