El ciclo de la soja volvió a sufrir un revés en las condiciones climáticas, a partir de la tercera semana de febrero afrontó condiciones extremadamente secas. Con suelos que se quedaron sin reservas en los casos de soja de segunda, este fue “el cultivo más afectado”, remarcaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
Desde la Guía Estratégica para el Agro expresaron que “queda detrás la posibilidad de alcanzar 55 Mt como se estimaba en febrero“. Se estima que la falta de agua malogrará 510 mil Ha, que en gran parte se tratan de cuadros de sojas de segunda, y que la sequía ya se cobró un 6,3% del volumen estimado hace un mes.
Tras el crecimiento del área triguera, la soja de segunda ocupa este año casi 5,6 M de hectáreas, o sea el 32% de las 17,3 M de hectáreas de la oleaginosa en Argentina. Por eso, la caída de rindes se hace sentir sobre los promedios, sobre todo en la franja este de Argentina, ya que en buena parte de la región pampeana se estiman rindes en soja de segunda que podrían quedar por debajo de los 15 a 25 qq/ha.
Con este nuevo panorama, el rinde nacional promediaría 30,7 qq/ha. Por lo tanto, la producción de soja se estima en 51,5 Mt.
Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, las provincias dónde más cayeron los rindes de soja
A nivel provincial, las caídas en los rindes en soja que se reflejan en este último mes son graves. Santa Fe perdió casi 3 quintales y pasa a 34,3 qq/ha. En gran parte, el impacto está dado por el daño que sufrieron los cultivos en el sudeste provincial. Entre Ríos retrocede en 4 quintales, obtendría 23 qq/ha; La Pampa, 4,1 qq/ha.
En términos de volumen, la mayor caída de la oleaginosa está en Buenos Aires dónde se recorta 1,13 Mt y en Santa Fe, con un descuento de 1 Mt respecto a lo estimado en febrero. Córdoba les sigue con una pérdida de 660 mil Tn.
Chaco y Santiago, en jaque por la falta de agua
Tras el diluvio en Gancedo (300 mm cayeron en una jornada y dejaron pérdidas de área productiva), ahora es la falta de agua lo que condiciona el desarrollo de la soja en la provincia de Chaco. El norte es la zona más afectada como sucede en Pampa del Infierno.
En Chaco y Santiago del Estero los cultivos tuvieron un gran desarrollo que ahora les juega en contra a la hora de resistir la gran desecación que sufren en pleno llenado de granos. Con esta falta de agua y las altas temperaturas actuales, cada día que pasa se pierden kilos de rinde. Es fundamental la llegada de lluvias en el corto plazo para sostener las expectativas provinciales que hoy están en torno a los 28,5 y 27,5 quintales, respectivamente.