Ver para creer. De roya se habla mucho, pero somos así, tantas veces hasta que no corroboramos con nuestros propios ojos no tomamos la dimensión de lo que significa. La roya mata y ocasiona pérdidas totales en el cultivo de soja. Hasta el momento los investigadores de más alta trayectoria en el manejo de la enfermedad de Brasil aseguran que, como el hongo muta, no existe por ahora la posibilidad de desarrollar variedades de soja con resistencia específica a esta enfermedad. Tanto es así que ya desistieron días atrás de pretender combatirla de esa manera, luego de que los últimos ensayos realizados en lotes sembrados con variedades con gen de resistencia RPP3, también aparecieron infectados. La búsqueda ahora rumbea hacia la creación de variedades con tolerancia, de manera tal de disminuir el umbral de daño. Al mismo tiempo, otras investigaciones avanzan y se inician como las que buscan crear un curasemillas. Por ahora sólo son posibilidades. Lo único certero es el control químico y puntualizan en que es fundamental monitorear y diagnosticar rápidamente la roya.
Si te encuentro, te mato
Hay roya en lotes de Misiones y Corrientes. En Brasil está en 41 municipios. La última tecnología para combatir esta enfermedad rápida y letal.
Esta es también una carrera contra el tiempo. Después de recorrer ensayos y laboratorios de Embrapa Soja, el centro de investigación tecnológica de Londrina, en el estado de Paraná, feroz es la primera palabra para resumir lo que significa la roya de la soja.
Una patología que llegó para quedarse y que en 40 días arrasa con las plantas si no recibe ningún tipo de tratamiento químico. Avanza desde las primeras hojas en la parte inferior de la planta hacia la parte superior y en 5 días logra cubrir totalmente los folios. Cada pústula que crece en las hojas genera y disemina 3.000 uredosporas que viajan a gran velocidad por el viento y si no encuentran soja para crecer, invaden otras especies donde la enfermedad cumple su ciclo completo y así de unas plantas a otras avanza kilómetros y no reconoce fronteras.
Viene del Norte, por el aire y ya la tenemos acá, oficialmente están confirmados lotes con presencia de roya en Misiones, Corrientes y Tucumán, pero somos argentinos y como siempre las carreras contra el tiempo las perdemos, una vez más apelamos a que las autoridades tengan en cuenta que no podemos permitirnos caer en los tiempos de la burocracia que son demasiado largos para la roya, mientras esperamos, ella avanza y no sea cosa que pase lo que ocurrió con la aftosa que por ocultar la información las pérdidas fueron económicamente enormes y aún hoy estamos pagando las consecuencias. Estamos hablando del cultivo que genera los mayores ingresos no sólo para los productores sino para otros sectores y del campo vive el 40% de la población argentina. Hay que avisar rápidamente que la tenemos, dónde está y hacia dónde avanza para estar preparados para combatirla. Armas tecnológicas hay. Estos son los avances.
José Tadashi Yorinori, encabeza las investigaciones y dijo a Infocampo que trabaja para transferir genes RB a variedades de soja y conseguir tolerancia. “Buscamos bajar el número de aplicaciones de fungicidas, ya que al menos una debe realizarse en forma preventiva cuando se advierte la presencia de roya en lotes de la zona y próximos a nuestro campo, a partir de allí, se realizará otra más cuando a medida que avanza el crecimiento de las plantas y existe la posibilidad de una tercera, pero con las bajas en los precios y el costo de los insumos, la rentabilidad cae enormemente” señaló el fitopatólogo de Embrapa Soja. “Tenemos que aplicar el concepto de globalización también aquí y dar un mensaje unificado. Buscar, identificar, denunciar y controlar”, enfatiza tranquilo y firme.
Verónica Puig | vpuig@infobae.com
Enviada especial a Brasil