La evolución de las condiciones climáticas en los principales estados productores de Estados Unidos (EE.UU.) centró la atención de los operadores en las últimas semanas. Los precios del cereal encontraron soporte en la caída en el área sembrada y el deterioro exhibido por los cultivos.
“Los lotes sembrados en EE.UU. registran importantes deterioros y los analistas prevén que los rendimientos y la producción estén muy por debajo de los valores del año pasado. El año pasado, las óptimas condiciones exhibidas por los cultivos ya planteaban la posibilidad de alcanzar un volumen histórico de producción”, indicó la corredora Grimaldi Grassi.
A lo largo del último mes, el predominio de condiciones atípicamente secas generó temores entre los operadores, en un contexto donde el área sembrada ya se ubica en torno a mínimos históricos, alrededor de 36,8 millones de hectáreas. Una gran proporción de los territorios de Iowa solo logró acumular entre el 10% y el 50% del caudal de agua recibido en años normales, en el mes de julio. Situaciones similares tuvieron lugar en el norte de Minnesota, el norte de Missouri y el sur de Illinois, informó GG.
“La coyuntura climática impuso, semana a semana, el avance de focos de sequías sobre las regiones productoras. De esta forma, hacia fines de julio, el 16% de los territorios sembrados con maíz, llegaron av registrar algún grado de déficit hídrico. Se recuerda que el mes de julio es calve para la definición de los rindes”, precisó la corredora.
En este contexto, los cultivos acusaron deterioros a lo largo de las últimas semanas. Así, según el último relevamiento del USDA, el porcentaje de cuadros en condiciones buenas a excelentes habría caído al 60% y se ubicaría por debajo del registro promedio de las últimas cinco campañas para la época del año. De cara a la publicación del reporte mensual de estimaciones de oferta y demanda mundial (WASDE) de agosto (jueves 10/08) del USDA, la situación descripta llevó a los analistas a prever un posible recorte en las proyecciones de rindes y producción. En este sentido, el mercado estimó un importante ajuste en la estimación de cosecha para EE.UU. Así, se espera que el organismo ubique los rindes en torno a 104 qq/ha (frente a 107 qq/ha previstos en julio) y la cosecha cerca de 351 millones de toneladas (unos 10 millones por debajo de la estimación del último reporte). A la vez, se prevé que este ajuste tenga un impacto de magnitud similar en el remanente de maíz de la campaña. De esta forma, se espera que los stocks finales estimados por el USDA caigan en torno a 50 millones de toneladeas, frente a las 59 millones proyectadas en julio. Claramente, el escenario actual se plantea diametralmente opuesto al año previo para estas fechas, cuando –con precios más deprimidos- el mercado aguardaba que el USDA anunciara un aumento significativo en rindes, producción y stocks finales, respecto al informe mensual previo.
En tanto, la campaña maicera sudamericana se encuentra a punto de finalizar con buenos rendimientos y obtener producciones récords en Argentina y Brasil. “En el plano local, se estima un aumento en el volumen cosechado del 30% y en las ventas externas del 25%, respecto a la campaña previa. En tanto, para el país vecino se pronostica un aumento de la producción del 45% y de las exportaciones del 142%, tras las fuertes mermas sufridas en el ciclo 2015/16”, detalló GG.
Los precios permanecen por encima de los valores del 2016 para esta época del año, pero muestran importantes oscilaciones en un mercado muy sensible a la evolución de las condiciones climáticas en la región del Medio Oeste de EE.UU. advirtieron desde la corredora.