La cosecha de trigo 2021/22 fue récord y hay muchos testimonios que lo atestiguan:
- El asesor CREA Agustín Giorno cita rindes promedio de 9.000 kilos por hectárea en secano en Pueblo Italiano, Córdoba, pero también en América y Trenque Lauquen, en el oeste de Buenos Aires.
- En Coronel Baigorria, Córdoba, donde prácticamente no se siembra trigo, el productor Juan José Boccolini marca el hito de 10.400 kilos de promedio bajo riego.
- En el sudeste bonaerense, el asesor CREA Gastón Therisod destaca repetidos rindes de 6.000 kilos.
Son ambientes de suelos, geografías y climas diferentes, pero con un denominador común: sembraron la variedad Baguette 620 de Nidera. Se destaca por dos virtudes: alto potencial de rinde y excelente perfil sanitario, además de versatilidad, porque en el sur permite correr la fecha de siembra sin perder rendimiento, y más al norte muestra todo su esplendor.
Sur de Córdoba
Boccolini es ingeniero biomédico y produce junto a su padre cerca de Río Cuarto, Córdoba, una zona en la que casi no se siembra trigo por el alto riesgo de quedarse sin agua para la soja y el maíz.
Es productor mixto y su foco está puesto en producir alimento para abastecer al feedlot. Con el objetivo de tener siempre maíz, el año pasado incorporó riego subterráneo por goteo “para independizarnos del clima y tener más certeza de que íbamos a tener abundante maíz para picar o cosechar en grano”.
“Pero con este esquema era necesario desarrollar un planteo que nos permitiera sacarle todo el jugo al riego. Por eso sumamos al trigo, y elegimos el Baguette 620 por su alto potencial: rindió 104 quintales en promedio, en un lote de 70 hectáreas”, relata Boccolini.
El lote ubicado en Baigorria venía de un maíz de alta producción y alta densidad. “Quedó con mucha chala, por eso decidimos sembrar al trigo con una alta densidad de semillas, le pusimos 180 kilos por hectárea. Previo a la siembra le incorporamos urea -200 kilos-. Y al mes lo sembramos. Ni bien emergió le voleamos 100 kilos más de urea”, agrega sobre la fertilización.
Y continúa: “Al poco tiempo le nevó, y antes de hoja bandera, le fertiregamos 200 litros por hectárea de un fertilizante nitrogenado líquido. Después de hoja bandera le aplicamos un fungicida en forma preventiva porque el material estaba impecable. Al compararlo con un ensayo que hicimos sin fungicida, obtuvimos 10 quintales de diferencia a favor del tratado con fungicida. Lo sembramos el 1° de junio y lo cosechamos el 15 de diciembre. Recibió 255 milímetros por riego y 170 de lluvia”.
Además del excelente rinde, Boccolini destaca el impecable manejo de malezas que le permitió hacer la incorporación del trigo. A su vez, con riego no solo duplicó el rendimiento del maíz, también triplicó el del trigo, que en la zona puede alcanzar los 30 quintales.
Sudeste de Buenos Aires
Therisod es asesor CREA. Su centro de operaciones está a 200 kilómetros a la redonda de Tandil.
“En la región CREA Sudeste se arranca con Baguette 802 a fines de mayo hasta mediados de junio y se termina con Baguette 620 hacia julio-agosto, es el intermedio corto que nos faltaba. Calza perfectamente para quienes tienen bastante superficie y tienen que diversificar variedades. Lo empezamos a ver en experimentación hace tres años y se terminó masificando en esta campaña”, comenta.
Desde su punto de vista, “el aspecto de la variedad es hermoso, no tiene un porte alto, tiene un excelente tamaño de espiga, y calza muy bien en el orden de variedades de trigo que se hacen por acá”, añade.
Por su alto potencial de rinde y calidad sanitaria, el Baguette 620 ha dado la nota. “En la zona de Tandil, en condiciones de secano, mientras el 802 rindió 6.100 kilos por hectárea, el Baguette 620 obtuvo 6.000”, destaca Therisod. Para acompañar los altos potenciales se usó un alto nivel tecnológico, con fosfato diamónico, urea y fertilizaciones líquidas.
La Pampa
Giorno divide su accionar entre el sudoeste bonaerense y el oeste de Buenos Aires, este de La Pampa y sur de Córdoba.
“Para los planteos de máximo potencial del sudoeste estábamos muy volcados al Baguette 802 y diversificamos con Baguette 620 en siembras más atrasadas –del 5 al 20 de junio- y ambientes de alta productividad. El resultado fue excelente, a la par del 802, con 15 días de atraso en la fecha de siembra”, explica.
El rango de rendimientos estuvo entre 5.500 y 8.500 kilos, con el 620.
“En las situaciones de alto potencial lo que se busca siempre es poner trigos largos y el 802 venía siendo imbatible. Al incorporar 620 vimos que tenía más o menos el mismo potencial de rendimiento pero permitía sembrar un poco más tarde y mejorar la sanidad”, enumera el asesor.
Giorno también trabaja en el Oeste triguero donde la variedad más sembrada esta campaña ha sido el Baguette 620. “Ahí metió un diferencial enorme. El 620 es imbatible en esta región”, enfatiza. El rango de situaciones va entre los 4.000 kilos en los lotes con arena hasta los 9.000 kilos en los mejores ambientes, en bajos con napas.
“Logramos estos rendimientos de 9.000 kilos promedio en las localidades bonaerenses de América y Trenque Lauquen, y en Pueblo Italiano, Córdoba. En muchos casos no esperábamos estos rindes y cuando entró la cosechadora no lo podíamos creer”, amplía.
Los altos rindes vinieron acompañados de un planteo tecnológico importante que se fue construyendo paso a paso. “Las lluvias fueron escasas durante el invierno y sobre la segunda mitad de la primavera repuntaron. El 15 de octubre arrancó a llover y empezamos a corregir la parte nutricional. Nos agarró el gran crecimiento del precio de los fertilizantes nitrogenados. Comenzamos corrigiendo con eso y luego con los fertilizantes foliares”, explica.
Y finaliza: “Paso a paso se fue construyendo un rendimiento más alto de lo esperado. Usamos franjas de cultivo –donde se pone toda la tecnología- y nos permiten ir comparando. Cuando vemos que el lote se va quedando atrás, vamos corrigiendo. En muchos casos usamos unos 250 kg de urea y una aplicación foliar. Así terminamos con estos rindes, con granos bien pesados”.