Desde mediados de abril, las diversas floraciones van mermando marcando así el inicio del fin de la temporada apícola 2019/2020 y luego de la cosecha, el productor deberá preparar las colmenas para que pasen el invierno lo mejor posible y lleguen en óptimas condiciones al inicio de la siguiente temporada.
En 2020 la floración se inició aproximadamente a principios de febrero, para esta actividad en particular el clima se presentó favorable, principalmente debido a que no hubo excesos de lluvia. Esto propició la aparición de muchas especies de interés apícola de origen silvestre e incluso malezas que acompañaron, clásico ejemplo de éstas la conocida chilca (Baccharis latifolia).
Todo ello tuvo un impacto positivo en las colonias de abejas, presentándose en términos generales bien pobladas y en condiciones óptimas para realizar la noble tarea de producir miel.
Actualmente, el escenario que se presenta para el sector apícola tiene varios aspectos positivos; los rendimientos obtenidos de la cosecha de otoño están por encima del promedio de los últimos años (se estima por encima de los 35 kg por colmena), si bien aún hay productores haciendo los últimos recorridos. El valor de la miel a nivel mundial aumentó impactando en el incremento del precio percibido por el productor.
“Lo que resta para cerrar de forma excelente esta temporada apícola es realizar una correcta preparación de las colmenas; principalmente desde el punto de vista sanitario y nutricional, para pasar bien el invierno, no despoblarse y arrancar con todo la próxima temporada“, explicaron los especialistas del INTA.
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En cuanto a los departamentos de Concordia, Federación y el sur de la provincia de Corrientes, se caracterizan por contar con el beneficio de una floración adicional a la de casi todo el resto del territorio nacional, debido a la floración de eucalipto (Eucalyptus), especie de alta difusión en la zona mencionada.