La imparable suba de los precios del cerdo, uno de los productos más demandados por los consumidores chinos, volvió a disparar el índice de precios al consumidor (IPC) del país asiático, que en noviembre aumentó un 4,5% interanual, el mayor incremento en ocho años.
El precio de los alimentos se incrementó en noviembre un 19,1% interanual, mientras que la inflación no alimentaria se situó en el 1%.
En concreto, el precio de la carne vacuna se encareció un 74,5% interanual en noviembre, mientras que la carne de cerdo subió un 110,2%. Por su parte, los huevos aumentaron un 10,1% anual, mientras que el precio de las verduras subió un 3,9%.
En promedio, de enero a noviembre, la tasa de inflación de China se situó en el 2,8%.
“El aumento de los precios del cerdo impulsó la inflación a su nivel más alto en casi ocho años, aunque el repunte del precio de los alimentos se revertirá pronto”, aseguró Julian Evans-Pritchard, analista de la consultora Capital Economics.
En este sentido, el experto señaló que el número de cerdos, que se redujo a la mitad como consecuencia de la gripe porcina, empezó a recuperarse.
Por su parte, el subdirector de la Asociación de Operaciones Económicas de Pekín, Tian Yun, considera que “los elevados precios del cerdo deberían haber alcanzado su límite”, según recoge el diario oficialista chino “Global Times”, anticipando una ralentización del repunte del IPC a lo largo del primer trimestre de 2020.
Por su parte, el profesor de la Universidad Agrícola de China Li Chunding apunta al potencial efecto sobre los precios de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, aunque subraya que la subida de los precios no indica un “sobrecalentamiento” de la economía china y confía en que a medida que se calmen las tensiones comerciales con EEUU y se corrijan los precios del cerdo, se moderará el IPC.