La Comisión de Lechería de Federación Agraria Argentina (FAA) reclamó asistencia urgente para salvar a los productores lecheros: “No sólo nos preocupa la suspensión y posible cierre de varias plantas por la falta de materia prima. Si no hay medidas urgentes en unos meses el país podría estar importando materia prima. Mientras tanto, los tambos siguen cerrando”.
La crisis de la lechería argentina tiene larga data pero desde el año pasado, los problemas se agravaron debido a motivos climáticos -como las inundaciones ocurridas en las cuencas lecheras nacionales- y la falta de políticas públicas para sostener al sector.
El presidente de lFAA, Omar Príncipe, indicó: “Veníamos con problemas hace tiempo. Y en el último año la verdad es que no se pudo avanzar casi nada en materia de lechería. Lo reflejan los números. Hemos descendido en los volúmenes de producción y caído en la cantidad de productores”.
Por su parte, la directora federada, Ester Faggiano, afirmó: “Al haber menos producto, mejoró el precio al tambero, pero esa suba no acompañó a la inflación. Y otro dato es que en las grandes ciudades las góndolas no exhiben faltantes, pero en los pueblos hay productos lácteos que hoy no se encuentran. Si no hay más faltante es porque el poder adquisitivo de la gente está deprimido. En dos meses, este proceso se va a agudizar. Si después de las paritarias, mejora el bolsillo del consumidor, va a subir el consumo, pero en el corto plazo la industria y el sector primario no tienen con qué responder, entonces seguro van a faltar productos lácteos”.
Un referente de la Comisión de Lechería FAA, Marisa Boschetti, señaló: “Hoy el sector lechero está más complicado que hace un año, porque a los problemas previos se agregó el factor climático. Hay un desfinanciamiento importante. Si el gobierno quiere salvar a los productores lecheros, tiene que socorrerlos y asistirlos de manera urgente financieramente, eso no está ocurriendo eso, porque lo que han dado son dádivas mínimas”, afirmó.
Finalmente, el productor Manuel Lucero, explicó: “El precio de la leche corrió por debajo de la inflación, debajo del aumento del combustible, si al productor le hubiesen aumentado la leche al igual que los salarios, hoy valdría en tranquera casi 12 pesos”.
Con relación a la situación que viven los trabajadores de SanCor, La Serenísima y COTAPA, desde FAA se señaló la necesidad de que el Estado “haga los esfuerzos necesarios para que no caiga el movimiento cooperativo, ni se cierren plantas. Tenemos que apostar por una recuperación de la actividad y mantener la capacidad de procesamiento de la industria del sector”.