Como consecuencia de la variabilidad climática, las intensas lluvias registradas en los últimos meses en la zona pampeana retrasaron la cosecha y pusieron en riesgo el desarrollo de las actividades agropecuarias.
El INTA recomienda buenas prácticas de manejo para evitar pérdidas en poscosecha; rotaciones y cultivos de cobertura para mejorar la condición del suelo y realizar controles sanitarios en sistemas de producción animal.
El deterioro de los granos es un proceso irreversible e inevitable. Se produce de todos modos, no se puede evitar, pero sí se puede demorar o postergar en el tiempo.
Para entender mejor este proceso de deterioro de los granos de soja, es necesario comprender como se forman los mismos. El desarrollo de los granos es muy lento durante los primeros 10 a 15 días posteriores a la floración.
El contenido de humedad aumenta hasta el 90% y luego comienza a disminuir hasta el 50-55% a los 60 a 65 días, momento en que el grano alcanza la madurez fisiológica (MF). Luego sigue perdiendo humedad, llegando al 14% en el momento de la cosecha.
El tamaño de los granos aumenta hasta los 60 días y luego decrece, a medida que se seca.
La materia seca (MS) comienza a acumularse rápidamente a partir de los 20 días y alcanza el máximo valor 60 a 65 días luego de la floración. El máximo de peso seco se obtiene en MF cuando el grano tiene 50% de humedad aproximadamente.
A nivel de plantas hay cierta graduación en la madurez fisiológica, ya que no todas las vainas se forman al mismo tiempo y dependen de la amplitud de madurez que cada cultivar alcanza cuando el grano contiene un 50 a 55% de humedad. En la planta, se manifiesta como un cambio de color, de verde hacia castaño claro.
Al alcanzar la MF, la semilla se independiza fisiológicamente de la planta madre y comienza su vida como organismo independiente. En ese momento, se alcanza el máximo vigor y valor de germinación, mientras que el contenido de humedad desciende hasta el 50% aproximadamente (Figura Nº 267). El esquema presentado en la Fig. Nº 267 es completamente variable según las condiciones climáticas, del cultivo y del ciclo de la variedad o cultivar.