“Tócala de nuevo, Miguel.” Sé que hay dos personas a las cuales las idas y vueltas con el tema de las regalías ya los tiene más saturados que a mí: Alfonso Alba, CEO de Monsanto, y Miguel Santiago Campos, secretario de Agricultura de la Nación. Ambos comparten el mismo destino que Humphrey Bogart al recitar su clásica “Tócala de nuevo, Sam”: un viaje seguro hacia la amargura.
Esta vez le tocó a Alba parafrasearlo a Bogart. Es que Campos, nuevamente salió con los tapones de punta. Dicen que al enterarse de las inspecciones “voluntarias” que Monsanto sigue realizando en Europa (por aquello de tener antecedentes) con los buques que transportan soja RR argentina creyó ver crecer otra vez el fantasma de la conspiración.
Entonces… dobló la apuesta y quiere ir a tomar la Bastilla en Bruselas y Estados Unidos. Pero no quiere ir solo. Por eso invitó a los legisladores de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Negociaciones Agrícolas Internacionales en el marco de la OMC, a formar parte de la comitiva oficial que viaje a Bruselas a principios del mes de octubre para dar a conocer a la Unión Europea la posición de la Argentina. Y también realizar un viaje a los Estados Unidos, con el fin de dejar por escrito los detalles de las acciones que el Gobierno argentino viene realizando. Los legisladores lo apoyaron en forma unánime .
El funcionario calificó a la demanda de Monsanto de “extorsiva”, y dijo que potencialmente podía mermar su capacidad de exportar soja, una de sus principales fuentes de ingresos externos.
Desde la compañía decidieron levantar el guante. Pablo Vaquero, director de Estrategias y Nuevos Negocios, señaló que “estamos defendiendo un derecho. Monsanto no para barcos. No somos Greenpeace que nos colgamos con cadenas de los barcos. Es un tema de la Aduana y la Justicia europeas que se van a expedir”. Y agregó que “estamos viendo un beneficio para el sector de u$s 1.700 M por los eventos biotecnológicos que se vienen. Es decir, 10 M de t más”. Y agregó que “estamos perdiendo una oportunidad histórica. Las empresas que en la Argentina investigan en germoplasma en soja, son menos de 10. En Estados Unidos, donde las hectáreas son el doble, hay más de 240 empresas”. Y advierte que la soja argentina pierde competitividad: “Está bajando la proteína y el grano verde está complicando los embarques”. Mientras tanto, por el informe del USDA del lunes pasado, los precios de los commodities se derrumbaron. ¿Y ahora qué?
