El presidente de la Unión General de Tamberos (UGT) sostuvo que las amenazas sobre un aumento en las retenciones lácteas, que las llevaría del 5% actual hasta un 10% o incluso un 15%, constituyen “otra equivocación” y agregó que “no se puede tener a todo el sector en vilo”.
Draletti explicó en Infocampo TV que “en sectores como el lechero, cuando se exporta el 10% ó 15% de la producción (con una exportación a buen valor y una industria que cumple con las entregas en el mercado interno) esto puede ser perjudicial y funcionar al revés”.
De esta manera, el funcionario señaló que “la crema del negocio está saliendo vía exportación, con precios de u$s 2.200 la tonelada para arriba”, y advirtió que “si se le quita esa rentabilidad, es probable que por necesidades financieras tengan que aumentar los valores al mercado interno”.
Así, Draletti refutó el argumento utilizado por el gobierno para justificar el posible aumento de las retenciones: la promesa de una baja en los precios para el consumo interno. “Eso puede funcionar en algunos sectores que tienen un alto porcentaje exportador como granos, pero hay que distinguir bien”, aclaró.
El funcionario desestimó esta pretensión del gobierno en el marco de un escenario favorable para la leche Argentina, que debería ser cuidado. Así, Draletti señaló que “en este momento, el tambo no tiene aquella crisis de tirar la leche como ocurría hace dos años y pico”, para agregar que “esperemos que eso no vuelva a ocurrir”.
Por otro lado, subrayó que “mucha gente se volcó al mercado lácteo y por eso aumentó la producción, pero no todavía a los niveles de la década anterior, por la baja de algunos granos. Si eso no se sigue dando entramos en una meseta donde se necesita leche”, advirtió.
Con respecto al acuerdo de precios firmado entre la Secretaría de Agricultura nacional y el Centro de la Industria Láctea (CIL), que estableció rebajas para la leche fluida y para algunos quesos y yogures, Draletti consideró que este pacto no aportó soluciones para el problema.
“Nosotros ya dijimos de entrada que este llamado control de precios de dos sachets y un kilo de queso cuartirolo con nueve empresas no iba a funcionar” disparó.
En este sentido, aclaró que en el caso del cuartirolo, por ejemplo, hay como 700 empresas ofreciendo queso de este tipo, por lo cual un acuerdo con tal minoridad no hace la diferencia.
Draletti consideró que “la forma de bajar los precios en el mercado interno, cumplir con los contratos de exportación y crecer en cuanto al ingreso de divisas por envíos al exterior es aumentando la producción”.
Esperando la carroza
Por otro lado, el presidente de la UGT recordó que los tamberos siguen reclamando un aumento en el importe que reciben por cada litro de leche, que oscila entre los $0,42 y $0,43 desde hace más de un año.
A modo de explicación, expuso que “el tambero argentino sigue con la menor participación en el precio final”, si se lo compara con otros países del mundo en los cuales existen tecnologías similares y tipos de envases parecidos. “Entonces, se puede mejorar el precio al tambero sin necesidad de trasladar al público”, sentenció.
Verónica Scornik
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