Solicitan se legisle un sistema que establezca valores de referencias para las tarifas por el servicio de recolección en tambos y transporte de leche hasta las industrias lácteas, que este servicio se incluya como principal protagonista de producción primaria y no en el de transporte y que Atlara no sea considerada como una mera observadora, sino como integrante de la familia lechera en la discusión de la legislación y políticas para la lechería.
El pedido fue formulado mediante una nota envíada al presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de la Nación, Dr Gilberto Alegre en el marco del debate que vienen llevando adelante para consensuar los distintos proyectos de Ley para fortalecer el sector lechero, a los fines de peticionar que el transporte recolector de leche en tambos sea incluido de manera directa en la referida legislación al ser la actividad un factor preponderante en la familia lechera como parte del sector primario.
«Entendemos que algunos de los proyectos presentados contemplan la logística de recolección, pero en muchos casos ubican al sector como observador, pero en ningún caso somos contemplado en función de la importancia que el mismo tiene para la actividad a pesar que al igual que el productor lechero no tenemos posibilidad de negociación con las industrias que mantienen una posición dominante», expresa la nota en la que fundamentan las razones por la que el sector del transporte recolector de leche en tambos es un factor preponderante en la integración de la familia que conforman la producción primaria.
En otro tramo de la nota enviada a la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de la Nación, sostienen que se los ubica como prestadores de servicios y,no como un todo de la actividad productiva primaria de la lechería. «Es este un paradigma que necesariamente se debe cambiar».
«Al igual que los ordeñadores, los transportistas lácteos somos parte de la esencialidad al tener que sostenerse la cadena productiva los 365 días del año, ya que estamos hablando de un producto que no puede permanecer en depósito largo tiempo, por lo tanto diariamente debemos recoger la leche localizada de manera dispersa en la zona rural para ser trasladada a las industrias que la mayoría de ellas se encuentran enclavados en centros urbanos. Es decir se trata de un reto logístico de vincular a los productores con las industrias con un producto altamente perecedero obligándonos a agilizar la recolección y el transporte, agravándose en épocas de condiciones climáticas adversas, debido a las malas condiciones de la red vial como consecuencia de lluvias».
Así mismo ofrecen explicaciones sobre la crisis estructural que vienen sufriendo e ilustran a los legisladores sobre cómo se desarrolla la actividad basada en normas establecidas por el Código Internacional sobre prácticas generales de higiene de los alimentos a los fines de evitar cualquier tipo de impurezas o elementos extraños, como así también manteniendo la cadena de frío. «Es decir nuestra actividad no puede detenerse bajo ninguna circunstancia como si lo puede hacer la mayoría del resto de los servicios de transporte. Si esto ocurriese millones de litros de leche se perderían al no ser trasladados en tiempo y forma, es esta otra de las razones por la que amerita un régimen diferente al transporte en general que nos permite asegurar que somos parte de la producción y no del servicio».
Por otra parte señalan los determinantes para establecer los costos y el valor de las tarifas del sector que es absolutamente diferente a cualquier otro servicio y a su vez cada prestador cuenta con situaciones disimiles, «razón por lo que no se puede establecer un valor por kilometro recorrido uniforme, sino que se deben considerar factores como caminos de tierra, barro, ripio y pavimento entre otros aspectos que tienen una directa incidencia en la conformación de las tarifas».
Finalmente señalan que «la fijación de tarifas no surge de las condiciones imperantes en el mercado de fletes en cada momento en particular, es la industria láctea de manera unilateral quien fija las mismas, encontrándose los empresarios del transporte recolector de leche (la mayoría de ellos propietarios de uno, dos o tres camiones), indefensos al no poder destinar sus equipos a otras actividades, razón por lo que es imprescindible fijar un precio sostén o valores de referencia a través de una norma que contemple todos los aspectos que hacen a la actividad».